EL ROL DE LOS FERTILIZANTES EN EL PERÚ PARA PROMOVER LA NUTRICIÓN DE CULTIVOS

ER.- En el Día Mundial de los Fertilizantes (13 de octubre), se destaca la importancia de educar a la población sobre el papel fundamental que juegan los fertilizantes en la seguridad alimentaria. De hecho, la mitad de todos los alimentos que se producen en nuestro planeta hoy en día, tanto para las personas como para los animales, es posible gracias al uso de fertilizantes. Los suelos deben fertilizarse para mantener el contenido adecuado de elementos minerales, que los cultivos necesitan para su correcto desarrollo, mediante su absorción en el momento preciso y en las cantidades necesarias.

Yara, la compañía noruega líder mundial en la producción y comercialización de soluciones para la nutrición y optimización de cultivos, se suma  a esta celebración y refuerza su compromiso de alimentar a la población de manera responsable y ambientalmente sostenible.  “Aunque pocos lo imaginan, los fertilizantes son parte de nuestro día a día, ellos nutren las plantas con nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y otros elementos, de la misma forma que los alimentos nutren a los seres humanos”, explica Paulo Yvan Almeida, director regional de Yara región Pacífico Sur.

Sin embargo, existen algunos fertilizantes que podrían tener un mayor impacto medioambiental que otros. La elección del tipo de nitrógeno, por ejemplo, es fundamental no solo en cuanto a la rentabilidad de la explotación agrícola, sino en cuanto a la reducción de gases de efecto invernadero y su impacto en el pH de los suelos.

Nos enfrentamos a un escenario realmente paradójico en la región. Las autoridades agrícolas y medioambientales conocen la importancia de reducir las emisiones, para evitar el calentamiento global, pero hoy todavía se promueve el uso de la urea sobre los nitratos, a pesar de ser estos una fuente de nitrógeno más eficiente y con menor huella de carbono. Cuando la urea se aplica al voleo, casi la mitad del nitrógeno se pierde por volatilización del gas amónico (NH3)”, afirma Olaf Hektoen, director de Yara para Latinoamérica.

Desafortunadamente, el Perú no es la excepción y el consumo agrícola de urea crece más rápido que el de los nitratos. Aunque existen metas del Gobierno para la reducción de determinados gases, uno de los cuales es el amoniaco, este es el único cuyas emisiones siguen aumentando. Dichas emisiones tienen origen agrícola en un 97%: dos tercios procedentes de la ganadería y un tercio de la fertilización.

En Yara, apostamos por ofrecer soluciones para la nutrición de cultivos que sean más amigables con el medio ambiente. Nuestros planes de fertilización ofrecen una proporción de nitrógeno nítrico mucho más alta, ya que esta es la fuente preferida por las plantas y la más eficiente, que además, se traduce en una mayor productividad para el productor. Asimismo, la calidad de la cosecha también mejora por alcanzar un balance adecuado de nutrientes”, expresa de Almeida.

Las medidas adoptadas por la industria europea de fertilizantes para mejorar la eficiencia energética y para reducir las emisiones en las fábricas de fertilizantes, hacen que sea la más eficiente del mundo y, por consiguiente, la que tiene menor huella de carbono. Sin embargo, el alto nivel de importaciones de urea procedentes de otros países (tales como Rusia y China), menos eficientes y más contaminantes, provoca que aumente el calentamiento global y que la industria más avanzada tecnológicamente -la europea-, enfrente condiciones de mercado mucho más adversas, por sus mayores costes industriales, medioambientales y laborales.

Creemos firmemente que el gobierno peruano reforzará su compromiso por el desarrollo de una agricultura mucho más sostenible, que impulse la rentabilidad de los productores, pero también nos ayude a alimentar al mundo de manera responsable y a proteger el planeta”, agrega Olaf Hektoen, director de Yara para Latinoamérica.

¿Por qué son tan importantes los fertilizantes?

Los cultivos, las personas y los animales necesitan 16 macro y micronutrientes para un óptimo desarrollo (fósforo, potasio, magnesio, calcio, azufre, boro, cobre, hierro, manganeso, molibdeno y zinc, entre otros). Sin fertilizantes, los bajos niveles de minerales en la composición natural del suelo, determinan su deficiencia en los cultivos y por ende en la comida que hace parte de nuestra dieta.

Cada cosecha extrae del suelo cierta cantidad de nutrientes que luego recibimos los seres humanos. Si dichos nutrientes no se reponen, con fertilizantes orgánicos o minerales, la tierra se empobrece y no produce lo mismo más adelante. Por eso, Yara analiza cuánto obtienen las plantas del suelo con cada cosecha, para devolver lo que falta en complemento a la materia orgánica; a esto lo llaman: Nutrición de Cultivos.

En muchas ocasiones, los suelos presentan deficiencias de hasta un 85% en macro y micronutrientes, lo cual origina, en el caso de los seres humanos, problemas de crecimiento, debilidad muscular, osteoporosis y diabetes, entre otras enfermedades. Para Yara, estas deficiencias podrían prevenirse desde los alimentos, mediante una adecuada nutrición de cultivos”, agrega Aldo Bravo, director comercial de Yara para Perú y Bolivia.

Una agricultura sostenible debe reponer los nutrientes del suelo, para garantizar una mayor producción de alimentos, aumentar la calidad de la cosecha y mejorar la vida del agricultor y su entorno. Los fertilizantes generan una cubierta vegetal que ayuda a prevenir la erosión y degradación del suelo, evitando la deforestación. Medioambientalmente, contribuyen a reducir el cambio climático y facilitan una mayor producción de materias primas para la obtención de energías alternativas.

 

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