CONTAMINACIÓN VISUAL Y SONORA AFECTA A LA POBLACIÓN Y GENERAN DIVERSOS PROBLEMAS DE SALUD

ER.-En la actualidad, los paisajes de las diferentes grandes ciudades del país (Lima, Arequipa, Cusco y otras) está integrado por infraestructuras, pancartas y publicidad en general, tanto en zonas rurales como urbanas.  Por ejemplo, el 76% de afiches publicitarios no cuenta con la autorización respectiva en las principales avenidas de Lima, según un estudio reciente del Ministerio del Ambiente (Minam).

Una de las principales causas está relacionada con la expansión humana y la competencia de marcas en el mercado, lo cual impacta en la población generando diversos problemas a la salud como cardiovasculares o psicológicos, señaló Marisol Núñez, profesora de Ingeniería Ambiental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

“Especialistas a nivel mundial indican que los efectos de la contaminación visual están relacionados con el estrés y mal humor, lo cual deteriora la calidad de vida de las personas, afectando su desarrollo personal y ocasionando posibles problemas de salud cardiovascular”, precisó.

Resaltó que esta contaminación visual conlleva a la aparición de otro problema: la contaminación lumínica, ya que muchos de los carteles y anuncios publicitarios necesitan ser mostrados en las diversas horas del día y para ello emplean luz artificial nocturna.

Cabe señalar, que en el Perú existen ordenanzas municipales, en cuanto a anuncios publicitarios, y un proyecto de ley que regula la publicidad exterior en el territorio nacional. No obstante, la población no está al tanto de los detalles y disposiciones. “La contaminación lumínica, no solo trae los mismos problemas de salud a las personas, sino también, en zonas rurales perturba la tranquilidad”, refirió la especialista.

EL RUIDO TAMBIÉN AFECTA

Otros de los temas a nivel mundial, provocados por las actividades humanas, es la contaminación sonora. En el Perú, este tema guarda relación con exceder los estándares de calidad ambiental de ruido (D.S N° 085-2003-PCM). Cabe precisar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido mata alrededor de mil millones de horas de vida humana.

“Al interconectarse las vías nerviosas, los mensajes de origen acústico llegan a las funciones biológicas y a los sistemas fisiológicos que conducen a los efectos extra auditivos, lo cual altera la capacidad de aprendizaje, provoca trastornos psicosociales (estrés), alteraciones del sueño, así como, perturbaciones de la esfera vegetativa (sistema cardiovascular, respiratorio y digestivo, y alteración endocrina)”, precisó Marisol Núñez.

Agregó que las consecuencias del ruido dependen de la intensidad, naturaleza, frecuencia, duración, de la capacidad de recuperación de los individuos y de la sensibilidad individual. Asimismo, se comprobó, a través de estudios en el país, que el 90% de los casos de ruidos superan los límites permitidos por los estándares de calidad ambiental.

Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), el principal generador de ruido en el país es el tránsito vehicular (transporte público y privado), el uso de bocinas y falta de mantenimiento de los vehículos. Marisol Núñez refirió que con la ordenanza municipal de “Pico y Placa” se espera que este problema disminuya en la capital. Sin embargo, aún no se ha realizado una evaluación detallada de los resultados obtenidos con esta medida adaptada.

 

 

 

 

 

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