VIGOREXIA: LA NUEVA TENDENCIA QUE ATACA A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES

ER.-Los entrenamientos y dietas que se realizan o se consumen con el objetivo de tener una vida sana o lucir el cuerpo perfecto son cada vez más populares. Sin embargo, muchos llevan esto al extremo, al punto de desarrollar vigorexia o también llamada dismorfia muscular que se define como un trastorno del comportamiento, en el que la persona se obsesiona por su estado físico, asumiendo que debe cambiar su apariencia. Este trastorno afecta la conducta, patrones alimenticios, cambio de hábitos, etc.

En ese contexto, Miguel Flores Galindo, especialista y jefe de la Carrera de Psicología de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM),  analiza e identifica cuáles son los principales síntomas psicoemocionales que puede presentar una persona con este desorden psicológico:

  • Imagen distorsionada. El joven no reconoce sus músculos o no son suficientes. Esto responde a una imagen mental distorsionada del propio cuerpo que lleva a perder de vista la salud, con el afán de lograr un cuerpo esculpido como los de la publicidad. Ese cuerpo fornido ideal es siempre inalcanzable por la distorsión que opera sobre su cuerpo.
  • Dieta estricta. Para combatir este desorden no basta con la participación de un nutricionista, pues no es un problema de nutrición, sino un problema de las representaciones mentales que le llevan a buscar ese tipo de nutrición. Se requiere un especialista en salud mental, que le ayude a identificar la raíz de esta posible obsesión o la idealización de ciertos cánones alimenticios.
  • Baja actividad social. Un adolescente o joven con esta enfermedad comienza a dejar de lado salidas con amigos y amigas, reuniones familiares, viajes, etc. Dedicar su tiempo prioritariamente a hacer ejercicio, se convierte en una obsesión. El especialista recuerda que por el cuidado de su salud es fundamental no abandonar otras actividades que generan disfrute y donde se generen vínculos sociales saludables.
  • Emocionalmente inestable. El joven pasa de la euforia a la irritabilidad y entra en cuadros ansiosos y/o depresivos. Todo ello invade sus pensamientos distorsionando la realidad y lo lleva a una soledad profunda que lo aleja de las personas. Una terapia psicológica lo ayudará a observar qué debe mejorar y cómo trazar un camino que lo lleve al autoconocimiento y la aceptación.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba