OPINIÓN: ¿CÓMO CONVERTIRSE EN UNA EMPRESA HÍDRICAMENTE RESPONSABLE?

Por:  Mariella Pereda Burga

El Certificado Azul es el reconocimiento que otorga la Autoridad Nacional del Agua (ANA) Perú, a las empresas hídricamente responsables que logran ejecutar con éxito los compromisos asumidos para la medición de su huella hídrica.

El agua es un recurso renovable e imprescindible para la vida; es necesaria para el consumo humano, la producción de energía y el desarrollo de diferentes industrias. Se calcula que para el año 2050, una de cuatro personas vivirá en un país afectado por la escasez crónica de este recurso. Entre las principales causas estarán el mal uso, la exacerbación de la contaminación por el cambio climático y la mala gestión de las cuencas hidrográficas.

En el Perú, la situación no es menos preocupante. Al ubicarnos en una zona de alto estrés hídrico, la demanda local está por encima de la cantidad disponible de agua con la que se cuenta. Además, según la Defensoría del Pueblo, el 50% de los conflictos sociales que se han dado en los últimos 10 años fueron causados a raíz de disputas sobre este líquido y, de estos, el 62% se debió a la superposición de usos entre la actividad minera y la agricultura.

Frente a esta situación es necesario empezar a tomar medidas para gestionar de manera eficiente el uso del este recurso. Desde el sector privado, ha surgido una innovadora propuesta; la medición, reducción y compensación de la Huella Hídrica. Esta representa un indicador que define el volumen total de agua dulce usada para producir bienes y/o servicios, ofrecidos por una empresa, considerando el consumo de agua directo e indirecto en todo el proceso productivo e incluyendo sus diferentes etapas en la cadena de suministro. Una vez que se conoce esta cifra, las compañías pueden empezar a planificar, ejecutar y monitorear, acciones internas y externas con sus grupos de interés.

En el año 2015, la ANA crea el “Certificado Azul” que tiene como principal propósito reconocer las buenas prácticas corporativas en el uso eficiente del agua. Para obtenerla, las empresas deben ejecutar proyectos de reducción y valor compartido, que implican acciones para:

  • La mejora de la disponibilidad y accesibilidad de los recursos hídricos.
  • La mejora de la calidad de recursos hídricos: Plantas de tratamiento de agua potable o de aguas residuales.
  • La protección y recuperación de cauces y de fajas marginales.
  • La mejora de la infraestructura hidráulica existente.
  • La construcción u optimización de sistemas hidráulicos que permita mejorar la eficiencia en la distribución del agua.
  • La capacitación o sensibilización en la población sobre el cuidado de los recursos hídricos.
  • La protección de la cuenca y/o conservación de ecosistemas acuáticos.

En cualquiera región, y en particular en aquellas, como el Perú, con escasez de agua, la medición y compensación de la Huella Hídrica resulta sumamente importante para hacer uso eficiente de recursos tan indispensables como el agua y promover buenas prácticas en otras empresas y sectores productivos a la de uno.

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