ER.-La empresa del Grupo Gloria invirtió más de USD 23 millones en esta planta que abastecerá el 30 % de su demanda energética y refuerza su compromiso con la sostenibilidad.
Con una inversión de USD 23.5 millones y más de 51 mil paneles solares instalados, Cemento Yura, empresa del Grupo Gloria, marcó un hito en la industria nacional al inaugurar la primera planta fotovoltaica de autoconsumo en la industria cementera del Perú. La infraestructura, ubicada en Arequipa, tiene una capacidad instalada de 28 megavatios pico (MWp) y está distribuida en un área de 45 hectáreas.
Esta planta solar permitirá a Yura generar anualmente 80.65 gigavatios hora (GWh), lo que representa cerca del 30 % de la energía que necesita para operar su planta de cemento. La iniciativa se enmarca en los esfuerzos por reducir el impacto ambiental de una de las industrias con mayor huella de carbono a nivel global.
“La puesta en marcha de nuestra planta fotovoltaica refleja nuestra visión de un futuro más limpio y nuestra responsabilidad con el desarrollo sostenible del país”, indicó Juan Carlos Burga, gerente general de Cemento Yura.
Compromiso ambiental y metas ambiciosas
Yura ha venido avanzando sostenidamente en su estrategia ambiental. En 2023, la empresa reportó una emisión de 492 kg de CO₂ por tonelada de cemento, por debajo del compromiso sectorial de 520 kg CO₂/ton al 2030. Su meta es aún más ambiciosa: alcanzar los 403 kg CO₂/ton en ese mismo horizonte.
El proyecto se alinea con la estrategia Net Zero al 2050, a la cual la industria cementera global se está sumando progresivamente. Cemento Yura se posiciona como referente en sostenibilidad dentro del sector en América Latina, apostando por energías limpias y procesos más eficientes.
Además de contribuir con la reducción de emisiones, la elección de Arequipa como sede del proyecto responde al alto índice de radiación solar de la región, lo que la convierte en una ubicación ideal para este tipo de inversiones sostenibles.
Con esta planta solar, Cemento Yura reafirma su compromiso con el desarrollo económico responsable, la sustentabilidad energética y la protección del medio ambiente, consolidando así un modelo de producción más limpio y eficiente.
