LA HUELLA HÍDRICA: UN DESAFÍO URGENTE PARA AMÉRICA LATINA
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ER.- La crisis del agua se ha convertido en una de las principales preocupaciones a nivel global, especialmente en regiones como América Latina, donde los efectos de la sequía y el cambio climático son cada vez más visibles, afectando la cadena de suministros y la calidad de vida.
En 2015, los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, una oportunidad histórica para América Latina y el Caribe. Esta agenda incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre ellos agua limpia y saneamiento, ciudades sostenibles, producción y consumo responsables, salud y bienestar, hambre cero y protección de ecosistemas terrestres y acuáticos.
Sin embargo, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), solo un tercio de estas metas están en camino de cumplirse para 2030, lo que evidencia la necesidad de una mayor voluntad política y compromiso.
El Watermark Study de Ecolab, realizado con una muestra de más de 7,000 personas en América Latina, revela que el 90% de los encuestados considera el acceso a agua limpia y segura como una de sus máximas preocupaciones.
“Los resultados de este estudio reflejan que la ciudadanía percibe que los gobiernos y empresas no priorizan el agua como un factor de bienestar y desarrollo. Los consumidores están comprometidos con la sostenibilidad, y el 65% asegura que dejaría de comprar productos que demandan grandes cantidades de agua para su producción”, afirma Luis Felipe Carrillo, vicepresidente de LATAM en Ecolab.
En América Latina, los sectores industriales con mayor consumo de agua son:
- Agricultura: 70% del uso hídrico total de la región.
- Alimentos y bebidas: Aproximadamente el 10% del uso industrial de agua.
- Energía, minería y manufactura: Representan un alto porcentaje del consumo hídrico industrial.
¿Compromiso real o simple discurso?
A pesar de que muchas empresas han anunciado planes ambientales, el 76% de los consumidores latinoamericanos cree que estas iniciativas carecen de directrices claras y estrategias efectivas. Además, el 42% considera que ni los gobiernos ni las empresas están haciendo lo suficiente para proteger este recurso vital.
Los consumidores están tomando acción: más del 65% ha dejado de comprar productos que consideran excesivamente demandantes de agua. Este fenómeno refleja una creciente conciencia ambiental y una exigencia de mayor transparencia y responsabilidad por parte de las empresas.
Una oportunidad para liderar el cambio
Ante el creciente desafío del agua, las empresas pueden transformar su gestión hídrica en una ventaja competitiva. Esto implica adoptar tecnologías innovadoras para optimizar el uso del agua, implementar sistemas de reciclaje y reutilización, trabajar en colaboración con comunidades y gobiernos para garantizar una gestión equitativa y sostenible del recurso.
Ecolab, como socio estratégico de industrias como alimentación, bebidas, energía, minería y limpieza, tiene como meta ahorrar 1,100 millones de metros cúbicos de agua para 2030, equivalente al consumo anual de mil millones de personas.
“Las empresas pueden hacer mucho más. Las señales que entrega el Watermark Study deben ser atendidas para que la huella hídrica se convierta en un aliado clave para alcanzar los ODS establecidos por la ONU”, agrega Carrillo.
Gestión del agua: un imperativo ambiental y económico
La gestión responsable del agua no solo es una necesidad ambiental, sino también una obligación ética y económica. Las empresas que adopten prácticas sostenibles, reduzcan su huella hídrica y transparenten sus avances no solo contribuirán a mitigar la crisis hídrica, sino que también fortalecerán su reputación y resiliencia ante los desafíos del cambio climático.
La gran pregunta es: ¿cuántas empresas están realmente dispuestas a liderar este cambio? La respuesta determinará no solo su éxito a largo plazo, sino también el bienestar de millones de personas que dependen de este recurso vital.