TODO SOBRE LA DONACIÓN DE SANGRE

EF.- En el Perú se necesitan al año 540 mil unidades de sangre y sólo se colectan 183 mil unidades aproximadamente a través de donaciones, lo que representan el 33.8% del total requerido. Es decir, hay un déficit de unidades de sangre del 66.2% a nivel nacional y eso impide muchas veces salvar vidas.

Es por esta razón, que el 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, con el fin de concientizar a la población sobre la donación de sangre, que permite darle una oportunidad de recuperación a otra persona.

“Cada persona dona 450 cc, algo menos de medio litro de sangre. Un adulto posee alrededor de cinco litros de sangre, por lo que la cantidad extraída no le produce ningún efecto negativo. Sin embargo, puede salvar tres vidas, ya que al separarse por componentes (glóbulos rojos, plaquetas y plasma) se pueden usar individualmente para pacientes con enfermedades específicas”, refiere Amparo Guillén, jefe del Banco de Sangre de SANNA San Borja.

El  donante o la donante, debe tener entre 18 y 55 años, pesar 50 kilos como mínimo, ser saludable, haber comido en las 6 horas previas a la donación y no estar gestando. El tipo de sangre más requerido es el “O” positivo, debido a que la mayoría de peruanos (80%) tienen ese tipo. Este tipo de sangre es considerada como el Dador Universal, por ser compatible con la mayoría de grupos sanguíneos.

EL PROCESO DE DONACIÓN

• Evitar los ayunos prolongados: comer y tener como mínimo cuatro horas de ayuno en los que se podrá tomar jugo de frutas, agua o refresco naturales antes de donar. De ninguna manera beber gaseosas, bebidas alcohólicas o energizantes.
• Acudir al banco de sangre: puede ser el de los hospitales o clínicas, o en las campañas de donación voluntaria de sangre que el Ministerio de Salud organiza.
• Identificación: en caso de ser peruano, presentar el DNI. Si se es extranjero, el pasaporte o carnet de extranjería.
• Responde con responsabilidad: la entrevista es confidencial y su finalidad es proteger al donante y a la persona que recibirá la sangre, por lo que es muy importante que se conteste con la verdad.
• Evaluación médica: le tomarán la presión arterial y el pulso y, a través de un pequeño pinchazo en el dedo índice, llenarán un capilar para saber tu hematocrito (si la persona tiene o no anemia).
• Ahora a donar: se pasará al área de extracción donde estarás acostado en un sillón. El procedimiento de donación toma aproximadamente 10 minutos.

PREPARARSE PARA DONAR

Es importante que la persona que desee ser donante no presente niveles bajos de hemoglobina (anemia) y para ello se necesita incluir alimentos fuentes de hierro acompañados de vitamina C para optimizar su absorción, proteínas de alto valor biológico como huevo, pescado, carne roja magra, pollo sin piel, lácteos bajos en grasa.

“Entre los vegetales podemos optar por la espinaca, alcachofa, brotes de verduras, espárragos, menestras (fríjol castilla, lentejitas). Estos alimentos deberán ser consumidos con otros ricos en vitamina C como naranja, kiwi, limón, mandarina, camú camú”, detalla la nutricionista Jenny García Borda, de SANNA División Ambulatoria.

Se deben evitar los los alimentos grasos (frituras, quesos, mantequilla, carnes rojas, pasteles, comida chatarra) y beber 2 ½ litros de agua por día desde las 48 horas previas y durante el día de la donación. Recordemos que la sangre está compuesta por un 85 % de agua.

Después de hacer la donación, se podrá consumir una comida ligera que aporte agua, azúcar, sales. Una buena opción es beber un vaso grande de jugo de naranja. El resto del día se normalizará la alimentación cuidando que sea balanceada e incluya frutas y vegetales variados.

EL DATO RESPONSABLE

La transfusión de sangre se realiza de manera regular para remplazar grandes pérdidas de sangre en cirugías, traumatismos, sangrados gastrointestinales, partos, entre otros. La sangre juega un papel importante en el mantenimiento y la recuperación de la salud.

• Personas accidentadas que presentan hemorragias
• Personas que se van a operar
• Pacientes con enfermedades de la sangre: hemofilia, leucemia, entre otras
• Pacientes que recibirán un trasplante de órganos
• Pacientes con enfermedades renales crónicas
• Pacientes con cáncer
• Mujeres gestantes con hemorragias
• Bebés prematuros y niños con infecciones complicadas
• Personas con quemaduras