ER.- En el actual entorno laboral, caracterizado por su dinamismo y constante evolución, la convivencia de diversas generaciones en un mismo equipo se ha convertido en un tema clave para las organizaciones. La integración de talentos jóvenes y seniors no solo enriquece la experiencia colectiva, sino que también impulsa la innovación. Sin embargo, para aprovechar al máximo esta diversidad, es esencial gestionar adecuadamente las diferencias generacionales y fomentar una cultura de respeto y aprendizaje mutuo.
En Perú, este desafío adquiere mayor relevancia al considerar la situación laboral de los adultos mayores de 50 años. Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el periodo abril 2023-marzo 2024, la tasa de desempleo en el grupo de 45 años a más aumentó en 1,4 puntos porcentuales, pasando de 3,0% a 4,4%. Este incremento refleja la necesidad de políticas y prácticas empresariales que promuevan la inclusión laboral de este segmento de la población.
Desafíos y oportunidades en la integración generacional
Uno de los principales retos es la resistencia al cambio por parte de algunos colaboradores, especialmente aquellos con más años en la organización. La adopción de nuevas tecnologías y metodologías de trabajo puede generar incertidumbre en el talento senior. Para abordar esta situación, es fundamental implementar programas de capacitación continua que actualicen sus habilidades y promuevan una actitud abierta hacia la innovación.
Por otro lado, las nuevas generaciones aportan energía y familiaridad con las tecnologías digitales, pero pueden carecer de la experiencia necesaria para enfrentar ciertos desafíos laborales. “El mentoring inverso, donde los empleados jóvenes comparten sus conocimientos tecnológicos con los seniors, y viceversa, puede ser una estrategia efectiva para equilibrar fortalezas y debilidades, fomentando un aprendizaje bidireccional”, explica Camila Diles, Country Manager de GeoVictoria Perú.
Estrategias para superar las brechas generacionales
Desde GeoVictoria, se proponen las siguientes acciones para gestionar la diversidad etaria en el ámbito laboral:
- Implementar programas de formación y desarrollo profesional que aborden las necesidades específicas de cada grupo etario.
- Fomentar espacios de comunicación abiertos y respetuosos, donde se valoren las contribuciones de todos los colaboradores.
- Establecer sistemas de mentoría que faciliten el intercambio de conocimientos entre generaciones.
- Promover una cultura organizacional inclusiva que reconozca y celebre la diversidad etaria como una fortaleza.
“Es fundamental capacitar a los equipos de selección y liderazgo para que comprendan los beneficios de la diversidad generacional y adopten procesos centrados en competencias. Asimismo, implementar beneficios personalizados y fomentar el aprendizaje continuo facilita una gestión más efectiva de la diversidad etaria”, finalizó la ejecutiva.
