Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.300 millones de personas en el mundo —equivalente al 16% de la población— viven con algún tipo de discapacidad. Esta cifra refuerza la necesidad de repensar el desarrollo urbano desde un enfoque más integrador.
Entre las soluciones más comunes que mejoran el desplazamiento y la experiencia de los usuarios se encuentran la señalética en braille, rampas con barandas, pisos podotáctiles, puertas automáticas y ascensores con llamado por sonido. Estas medidas no solo benefician a personas con discapacidad, sino a todos los ciudadanos, incluyendo adultos mayores, niños y personas con movilidad reducida temporal.
Estándares que promueven ciudades inclusivas
Uno de los avances más destacados es la implementación del sistema AIS (Accessibility Indicator System), promovido por la Fundación de Accesibilidad y Responsabilidad Social junto con Safe City. Este estándar evalúa el nivel de accesibilidad de los espacios según normas nacionales e internacionales, fomentando que más proyectos adopten este enfoque desde la etapa de diseño.
Una de las compañías que lidera esta transformación es Urbanova, que ha certificado siete de sus predios con el estándar AIS. Durante el evento por el décimo aniversario de Safe City, la empresa fue reconocida por su compromiso sostenido con la accesibilidad.
“Contemplamos un nuevo estándar dentro de nuestros desarrollos, que impacta de manera positiva a cientos de usuarios. Se trata de construir una ciudad para todos”, afirmó Joanna Wieland, gerenta de sostenibilidad y gestión de procesos de Urbanova.
Accesibilidad desde la raíz del proyecto
Urbanova ha hecho de la inclusión una parte central de su propuesta de valor. Más allá del cumplimiento normativo, la empresa apuesta por una visión urbana que responda a las necesidades reales de las personas. Según Wieland, los criterios de accesibilidad son integrados desde la etapa de diseño, garantizando que los espacios estén verdaderamente al servicio de todos.
Con estas iniciativas, se consolida una tendencia que va más allá de lo estético o funcional: una ciudad pensada desde la diversidad, que respeta y reconoce el derecho de todas las personas a disfrutar de los mismos espacios con igualdad de condiciones.